En una sociedad cada vez más exigente, que se caracteriza por constantes cambios tecnológicos y clientes más informados, requiere que las empresas se adapten rápidamente a las tendencias que trazan el camino hacia el logro de los objetivos de la organización, ajustándose a las nuevas realidades.
Por ello, las estrategias de la organización se originan desde su propio entorno laboral conformado por los directivos, administrativos y personal operativo; quienes tienen la tarea de poner en marcha sus planes y proyectos, dirigidos a los públicos externos: clientes, comunidad, líderes de opinión, entre otros.
En este sentido, de acuerdo con la Encuesta de comunicaciones internas en Iberoamérica ECIC 2023, el tema de la cultura interna es prioridad para el 45.16% de las empresas iberoamericanas consultadas en el estudio; mientras que el 34.27% ponderó en primer lugar la estrategia de la compañía y el 30.85% el propósito de la empresa.
Otros temas que continúan en tendencia en las organizaciones son: gestión del cambio, ciberseguridad, transformación digital, responsabilidad social empresarial, gestión y prevención de crisis, seguridad y salud ocupacional.
La cultura interna es parte de la identidad corporativa de toda empresa o entidad y está conformada por elementos como la misión, visión, valores, políticas, principios y la historia que conecta al talento humano con la organización. Forma parte de su forma de ser, es decir, su personalidad. Es un concepto abstracto que tiene mucho valor, porque implica compromiso, lealtad y sentido de pertenencia, desde la alta dirección hasta el nivel operativo. De allí, que las empresas están trabajando en fortalecer su cultura interna como activo intangible que le permite mejorar su operación y obtener mejores resultados
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